lunes, 19 de abril de 2010

La Angustia Sartriana en Mi Vida

Mi Angustia.

A cada momento debemos elegir, desde detalles hasta cosas trascendentales, ese elegir, como única condición en nuestra vida, es vista por Sartre como una coartación a nuestra libertad absoluta, ya que como él dice, la única forma de tener libertad absoluta es que no hayan normas de ningún tipo enfrentándose al individuo. Y la norma número uno en nuestra vida es que, querámoslo o no, debemos elegir y por ende hacernos cien por ciento responsables de nuestra existencia, de lo bueno y de lo malo, de lo pasado y de lo futuro.

Enfrentando esa condición, nos damos cuenta que hay un sentimiento que embarga esa situación, y es que cada decisión implica un riesgo ya que no sabes si la decisión está bien o mal, y entre mil posibilidades debes elegir solo una. Ese miedo, que al fin y al cabo es un miedo a la nada, es la angustia.

Hay momentos en la vida donde debemos elegir cosas como: pan con mantequilla o con jamón… pero hay otros donde sabes muy bien que tu decisión puede cambiar tu vida en 180°, estas parado en una rotonda y tienes 10 calles para seguir, que cada una de ellas te llevara a lugares totalmente diferentes, no ves mas allá de 10 metros, no sabes lo que te espera, lo único que sabes es que además de toda esa angustia que sientes al no sabes cual camino elegir, hay una fecha, un día tope donde debes haber elegido uno de los caminos. En ese tipo de momento me encuentro, para diciembre de este año, ya debo haber elegido una carrera que estudiar, y a pesar de que esa decisión está condicionada por el puntaje PSU, de todas formas mi puntaje responderá sola y únicamente a la seguidilla de elecciones anteriores a ese día, cuando decidí dormir 1 hora más en vez de estudiar, cuando llovió y me perdí una clase en el preu, cuando me dio lata pescar una clase de matemática y justo ese contenido puede que me reste 20 puntos en la gran prueba… y bueno también todos los carretes que me perdí por ir a clases los sábados en la mañana, y las horas de sueño sacrificadas por estudiar días antes de una prueba; lo que quiero decir, es que como dice Sartre “ El hombre no es otra cosa que lo que el mismo se hace” , y mi puntaje no responderá más que a mis continuas elecciones, porque como dicen por ahí, es 1% de talento y 99% de esfuerzo.

Pero mas allá de el numerito que aparezca ese día a las oo:o1 y empiece con 5, 6, 7 u 8 … (sueño con que sea un 8), finalmente eso no decidirá por mí que carrera estudiar, y ese salto al vacío, ese salto a mi propio futuro, la incertidumbre de cuál de todos los caminos me hará más feliz, me tiene angustiada, y esta nausea muchas veces no me deja pensar bien, todas las posibilidades tienen sentido en algún aspecto, nada es definitivo, cada camino abre un abanico de posibilidades…comienzo a preguntarme entonces ¿Qué quiero?, ¿Qué estoy buscando? ¿Qué me hará más feliz?... aquí es cuando aparecen el millón de consejos, puntos de vista, familiares, amigos, profesores, me demuestran su cariño dándome pistas; tíos me dicen que sin dinero no hago nada, que estoy lista para derecho “ luego tendrás tiempo para tus hobbies”, y así miles de consejos, comentarios, que la universidad de Chile esto… que la Católica esto otro… y las privadas, uuuh si han mejorado tanto…

Y cito nuevamente a Sartre: “El hombre no tiene otra salida que si mismo, su propio proyecto” y así es, nadie me podrá ayudar a la hora de elegir, la elección nace esencialmente en el interior, y el vértigo se apodera de mi… nuevamente estoy sola, frente a los miles de caminos, tengo una vaga idea de hacia dónde me llevaran, pero nada seguro, lo único claro es que nosotros creamos nuestro mundo, solo debo estar segura de que tipo de mundo deseo crear para mi vida, y aquí aparece un tema muy importante, el autoconocimiento, conocer mis limites, mis gustos, mis metas, debilidades y fortalezas, de esa forma sigo mi naturaleza, ser lo que uno es y nada mas; comienzo a responder las preguntas ¿Quién soy? ¿Qué estoy buscando? ¿Qué me hace feliz?, con ayuda de la introspección, comienzo a aliviar mi angustia, y me comprometo con migo y con mi futuro, voy descartando algunos caminos… solo quedan 3 ó 4, cada vez más segura de lo que busco, veo un futuro un poco más claro, pero nada es certero ni lo será, ni al momento del salto ni cuando caiga, la condena a elegir es perpetua, y lo único que nos queda es aprender a vivir con ella, tomar conciencia de que todo está en nuestras manos, que cada elección por pequeña que sea define algo en ti y que finalmente somos artífices de nuestro propio ser.

De todas formas sigo aquí, con la angustia pegada al pecho, lista para saltar, valiente ante el futuro que yo forjé, con la mirada en alto ante el devenir que se aproxima vertiginoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario